¿Qué cubre un seguro de gastos finales?
El seguro de gastos finales está diseñado para aliviar la carga económica que deja una persona al fallecer.
Aunque suele ofrecer una cobertura más baja que otros tipos de seguro de vida, su función principal es garantizar que tu familia pueda despedirte con dignidad sin endeudarse.
Este seguro cubre los gastos más comunes e inmediatos que se presentan al momento de la muerte.
Lo que normalmente cubre:
Funeral y velorio: El alquiler del espacio, el servicio religioso, la organización del evento y la ceremonia.
Ataúd o urna: Uno de los elementos más costosos.
Transporte: Incluye el traslado del cuerpo al lugar del velorio o cementerio.
Embalsamamiento y preparación del cuerpo: Maquillaje, vestido, arreglo estético.
Cremación o entierro: Ya sea en tierra o en mausoleo, con o sin lápida.
Lápida o nicho: Grabado y colocación.
Certificados de defunción y trámites legales básicos: Copias oficiales, permisos, etc.
Gastos médicos finales pendientes: Si quedaron facturas por hospitalización o medicamentos.
Deudas menores personales: Como tarjetas de crédito, cuentas de servicios o préstamos pequeños.
Otros costos complementarios: Flores, avisos fúnebres, comida para los asistentes o ayuda con viajes de familiares.
¿Qué no cubre?
Este seguro no está diseñado para reemplazar ingresos, cubrir hipotecas o pagar estudios universitarios.
Tampoco suele ser usado como herramienta de ahorro o inversión.
Es una solución práctica y enfocada en gastos inmediatos al fallecer.
Conclusion
El seguro de gastos finales es una forma sencilla y compasiva de prepararte para lo inevitable.
Cubre lo necesario, es fácil de obtener y da a tu familia algo invaluable: tranquilidad en un momento difícil.
Porque la última decisión que tomes por ellos, puede ser la más considerada.